Aquí no hay playa (ni se necesita): todo lo que puedes hacer en Andorra este verano

Aquí no hay playa (ni se necesita): todo lo que puedes hacer en Andorra este verano

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El Principado es mucho más que una pista de esquí y el paraíso de unos cuantos ‘youtubers’. Una gastronomía por descubrir, viñedos a 1.200 metros de altura, pueblos de piedra llenos de historia, parques naturales, 70 picos desde los que contemplar paisajes inigualables y el spa más grande del Sur de Europa. El destino perfecto para unas vacaciones atípicas

Con grandes resorts invernales, no descubrimos nada nuevo si decimos que Andorra es el paraíso para los amantes de la nieve. Pero este microestado en pleno corazón de los Pirineos está preparado para convertirse en la perfecta alternativa al viaje más típico de sol, playa y noches en el paseo marítimo.

Entrar en el Principado es rodearse de cuatro jardines verticales, o lo que es lo mismo, 70 picos de 2.000 metros de altura y otras formaciones montañosas que no dejan ver el horizonte pero que nos regalan un paisaje único. El país del esquí y de los youtubers que, en realidad, está dejando de serlo, porque en sus poco más de 460 km² de superficie hay mucho que hacer más allá de buscar la -millonaria suponemos- casa de El Rubius o montar en telesilla.

Donde en invierno se deslizan miles de esquís y de tablas de snowboard, desfilan ahora amantes del senderismo, la naturaleza (el 70% del territorio es verde), la gastronomía o el wellness. Las opciones culturales son amplias y no hay que olvidar que el 10% es Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO.

Pero esta mayor afluencia de turistas en pantalón corto con ganas de recorrer su capital, Andorra la Vella, visitar sus pueblos de piedra o alguno de sus 70 lagos y tres parques naturales, no es casual. El Principado lleva tiempo trabajando para desestacionalizar el turismo y dar a conocer la gastronomía andorrana, su cultura y otras facetas hasta ahora pasadas por alto .

Reinventarse cuando no hay nieve, ese es el objetivo. Y uno de los primeros pasos fue el de transformar las pistas de esquí en auténticos parques de aventura en los que hacer diversos circuitos, trail running, dar paseos a caballo, practicar senderismo, vías ferratas, barranquismo…

Su extensión es toda una ventaja, ya que se puede disfrutar en poco tiempo de todo lo que este país ofrece. De hecho, se puede recorrer andando gracias a rutas como la de Coronallacs, de cinco días de duración y una de las mejores panorámicas de este viaje. Para los amantes de la bicicleta hay 21 puertos de montaña de diferentes dificultades y la posibilidad de ponerse a prueba con el BTT en laderas y valles.

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